“Lo que tiene la música de singular y anómalo es esto: transmitirla
e interpretarla son un acto único. Un libro o un cuadro se pueden
conservar en una biblioteca o en un museo, después de ser
interpretados, pero es otro acto, autónomo, y que no tiene que ver con
su simple conservación. La música, no. La música es sonido y existe en
el momento en que se toca, y en el momento en el que es tocada, no se
puede evitar interpretarla.”
Alessandro Baricco
El alma de Hegel y las vacas de Wisconsin